Comedia para un tiempo de hiperconectadas soledades

Lo incómodo, lo frágil, lo dulce o amargo; aquello que obviamos nombrar o sentir y hasta lo que se quisiera compartir a viva voz pero no pasa de un murmullo callado es invocado a escena por los personajes de Los invisibles de siempre, una obra del maestro de la comedia negra Claudio Gotbeter e interpretada por el grupo local La Mancha Colorá.

Con la dirección de Alejandro Scholler y las actuaciones de Scholler y Paula Parodi llega una nueva entrega de esta pieza teatral, el sábado a las 21 en Espacio Base, en avenida Rademacher 5324.

La historia halla en el humor ojo agudo, catalizador o antídoto, un remedio al fin para esas venas de humanidad que nos ponen frente a frente con lo vital y trascendente. “Es una historia genial que tiene mucho humor, es una comedia negra, un género que nos permite abordar temas que de otra forma sería muy difícil tocar, porque son tabúes o porque son dolorosos y con la mirada del humor desdramatizamos la tragedia”, refirió el actor y director Alejandro Scholler a El Territorio acerca de esta propuesta escénica que viene trabajando desde la pandemia y se resignifica en cada contexto.                                

“Yo conozco a Gotbeter de cuando viví en Buenos Aires, somos amigos, él escribió y dirigió esta obra en la que yo participé. Luego con  Paula queríamos hacer teatro juntos y le propuse esta obra y agarramos viaje y hoy ya llevamos más de 20 funciones en la provincia”, destacó.  

Una propuesta teatral llena de conversaciones íntimas en voz alta.
Una propuesta teatral llena de conversaciones íntimas en voz alta.

Por su parte, Parodi comentó que tanto su personaje Clarita como Urbano, el personaje de Scholler, “buscan encontrarse, buscan que los vean”, pero este deseo o necesidad queda trunco muchas veces por impericias en la comunicación.

“La obra habla sobre el encuentro y el desencuentro, sobre algunos temas como el amor, el desamor,  el significado que le damos a las cosas que hacemos, también aborda la muerte. Y los personajes de comedia nos llevan a reírnos de estas cosas poco habladas, pero que están latentes y que pasan en nuestra sociedad”, describió y por ello la conceptualizó como “una obra  existencialista”.

La risa inevitable

Dos personajes trágicos en la escena. Ella buscando una excusa para rendirse, que quizás no la encuentra porque en realidad quiere vivir más de lo que piensa. Él intentando encontrarse con esa mujer sin lograrlo.

“Ambos desean conectar pero no saben cómo, por eso pienso que  la obra también llevar a pensar sobre la comunicación y la falta de comunicación, la soledad y cómo a veces nos autoboicoteamos por miedos e inseguridades o porque pensamos que no merecemos algo”, refirió a su vez Scholler aunque enseguida aclaró, “no nos pongamos totalmente serios, porque esta cosa que parece terrible es abordada desde una mirada graciosa, muy risueña”.

La risa no le quita el peso de que son dos seres atravesados  por emociones muy humanas pero descubre nuevos espesores y tonalidades. “El público, nos pasó que nos dijeron al final de la obra, empatiza con los personajes y también se refleja de alguna manera porque se plantean  situaciones que seguramente nos pasan a todos… Es como ver un tropezón en la calle, alguien que se cae de la nada, y uno inevitablemente se ríe, uno sabe que duele y seguramente le ha pasado antes, pero aún así te sale una carcajada”.   

Vigencia y lecturas

La protagonista de la obra resaltó la actualidad del texto escrito hace más de dos décadas. “Es una historia muy actual y que creo que siempre va a estar vigente,  porque puede verse cómo en esta época en que estamos hiperconectados, todo el tiempo en pantallas, a veces estamos tan metidos en nuestras propias cabezas, en nuestros propios pensamientos y en cómo creemos que son las cosas, que no vemos a los demás. Los invisibles de siempre son aquellas personas que sienten que los demás no los ven pero tampoco ellos se ven a sí mismos”.

Y concluyó: “Creo que esta historia deja muchas preguntas, hay mucho cuestionamiento, hay múltiples mensajes, cada uno como espectador va a tomar lo que le sirva más, pero sobre todo es una obra que te hace reír de cosas que son bastante trágicas para nuestra mera existencia”.

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