El salario promedio se recuperó en abril pero sigue atrasado respecto a la inflación del primer cuatrimestre

Según lo anunciado por la oficina presidencial, el salario promedio en abril le ganó a la inflación. Pero en el primer cuatrimestre se mantiene con un atraso de algo más de 8 puntos porcentuales. El salario había cerrado el 2023 con un importante atraso respecto de la inflación.

A través de un comunicado de la oficina presidencial dio a conocer los datos del índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que indica que en abril los salarios promedios superaron a la inflación del mismo mes. No obstante ello, en la sumatoria del primer cuatrimestre las remuneraciones corren a un ritmo más lento que la inflación. «La Oficina del Presidente comunica que los datos oficiales de abril revelan la recuperación más significativa de los salarios reales privados de los argentinos desde el año 2009», se afirmó en las redes sociales del gobierno nacional.

En el doumento publicado indicaron también que «esta información se corrobora en los resultados del Panorama Mensual de Trabajo Registrado, elaborado por la Secretaría de Trabajo. En este contexto, las cifras de abril evidencian un incremento del 16,1% en los salarios, mientras que la inflación se situó en un 8,8%. Esto implica que los sueldos están creciendo aproximadamente al doble de la inflación». Lo que el documento no aclara es que durante el primer cuatrimestre la el Ripte marcó un crecimiento salarial del 56,3% con una inflación para el mismo período del 65%, dejando así los salarios por detrás de la inflación. Además, tomando los índices del 2023 la situación se torna más compleja, ya que el Ripte marcó que en todo ese año los salarios promedios aumentaron un 95,2%, con una inflación que alcanzó los 211,4%.

No obstante ello, desde la oficina presidencial aseguran que «los argentinos comienzan a experimentar una recuperación del poder adquisitivo de sus ingresos, gracias a la desaceleración de la inflación mensual heredada del gobierno anterior, la estabilidad de precios y la eliminación del déficit fiscal, que generaba incertidumbre sobre la solvencia del Estado. Estos resultados demuestran que, con un plan económico serio y un Estado que deja de ser un obstáculo para la producción y el empleo, es posible revertir años de decadencia. Argentina está en camino de convertirse en una potencia económica, desprendida de las ataduras del gasto público descontrolado y la intervención estatal».

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