El vocero presidencial, Manuel Adorni, descartó la intervención del Gobierno en los recientes aumentos de las empresas de medicina prepaga, justificando la decisión en la ausencia de indicios de cartelización. Las compañías del sector anunciaron incrementos en las cuotas de noviembre, que se situarán entre el 3,9% y el 6,9%, superando el índice inflacionario de septiembre del 3,5%.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Rosada, Adorni afirmó que, aunque en el pasado se tomaron medidas contra la cartelización, actualmente no hay señales de prácticas anticompetitivas en el sector.
Las empresas de medicina privada argumentaron que los aumentos son necesarios para mantener la calidad de los servicios médicos y destacaron los atrasos en las cuotas. En abril, el Gobierno había llevado a la Justicia una denuncia por la presunta cartelización del sector debido a las constantes subas mensuales.
Tras un acuerdo, las prepagas y el Gobierno establecieron un esquema para devolver lo cobrado en exceso a los afiliados, permitiendo desde julio la libre actualización de los aranceles.
La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) decidió extender hasta el 1 de diciembre el plazo para que las prepagas implementen aumentos según el plan y la región, y ajusten sus sistemas de facturación conforme a la resolución 2155. Esta normativa exige que las empresas informen a sus clientes y al Gobierno sobre los ajustes en los valores de los planes dentro de los cinco días posteriores a la publicación del dato de inflación del INDEC.
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