La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) registró una gran erupción solar y habría justificado de esa forma los apagones que se suscitaron en varias regiones de la Tierra.
La erupción, clasificada como un evento X2.7, se observó a las 04:25 del miércoles del este de Estados Unidos, y desencadenó una degradación temporal o bien una pérdida total de señales de radio de alta frecuencia en varios continentes.
De acuerdo con NOAA, las erupciones solares son estallidos repentinos e intensos de radiación derivados de energía magnética liberada en la atmósfera del Sol. Sus efectos pueden durar desde unos minutos hasta horas, dependiendo de la fuerza de la erupción. En tanto, los de esta semana podrían indicar que el sol está intensificando su actividad.
Según describió el organismo, el fenómeno se dio cuando el sol emitió una enorme llamarada de clase X, lanzando corrientes de plasma y partículas cargadas al cosmos. «Las llamaradas de esta magnitud no son frecuentes», precisaron los funcionarios del NOAA en un resumen del evento.
Hay cinco clases de llamaradas solares, según su intensidad. Las más chicas y débiles son las tormentas de clase A, seguidas de las de clase B, clase C, clase M y la más potente, la de clase X. Cada letra representa un aumento de 10 veces en la energía liberada por el Sol con respecto a la clase anterior, según la NASA. Además de las letras, los científicos también utilizan una escala del 1 al 9 para describir la intensidad de una tormenta solar.
Durante la tormenta solar del miércoles, se registró una llamarada de magnitud X2.7 poco antes de las 4:30 a. m. ET, y una de magnitud M5.3 varias horas antes. Un día antes, otra llamarada de magnitud X1.2 estalló alrededor de las 11:38 a. m. ET, según la NASA.
El meteorólogo del NOAA Shawn Dahl consignó que si bien la erupción del miércoles fue la más intensa en lo que va del año, no fue la mayor del ciclo actual de actividad solar. Esta designación corresponde a una erupción masiva —una erupción de X9.0— que estalló el 3 de octubre de 2024.
Las tormentas solares fuertes pueden ser peligrosas para los astronautas en el espacio y causar problemas en los sistemas GPS y los satélites. Cuando estas tormentas se dirigen a la Tierra, también pueden interrumpir las comunicaciones por radio o inutilizar las redes eléctricas, ya que el planeta es bombardeado con corrientes de partículas cargadas.
En tanto, se reportaron apagones de radio de onda corta en partes de Norteamérica, Sudamérica, el Sudeste Asiático, África y Oriente Medio, según Spaceweather.com, un sitio web dirigido por el astrónomo Tony Phillips que monitorea de cerca la actividad solar diaria. La tormenta solar más reciente se produjo cuando el Sol se encontraba sobre Oriente Medio, lo que contribuyó a la interrupción de las señales de radio de alta frecuencia en la región durante unos 10 minutos durante el pico de la tormenta.
“Aparte de la probabilidad de degradación de las comunicaciones (de alta frecuencia) debido a algunos problemas de desvanecimiento de la onda corta, desconocemos otros impactos probables o posibles”, declaró Dahl en una declaración escrita.
Sin embargo, las tormentas solares también pueden tener consecuencias más inocuas en la Tierra, como la formación de una aurora boreal. A medida que las partículas cargadas impactan el campo magnético de la Tierra e interactúan con átomos y moléculas en la atmósfera superior del planeta, pueden intensificar las auroras en latitudes más meridionales de lo normal.
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