Las autoridades brasileñas reportaron 195 casos de intoxicación por consumo de bebidas alcohólicas adulteradas con metanol, un alcohol industrial altamente tóxico para los humanos. Hasta el momento, se confirmó un muerto y otros 12 decesos se encuentran en análisis, mientras varios pacientes permanecen internados en estado grave.
Ocho de cada diez casos se registraron en el estado de São Paulo, el más poblado del país, aunque también hubo reportes en seis estados adicionales y en la capital, Brasilia. Entre las víctimas se encuentran personas en coma y una mujer que perdió la visión tras consumir tres tragos con vodka en un bar.
El metanol, químico industrial utilizado en la producción de solventes y combustibles, provoca daños en el hígado y en el sistema nervioso cuando se ingiere. Por esta razón, las autoridades sanitarias brasileñas recomiendan no consumir destilados como vodka, gin, whisky o cachaza, el ingrediente base de la caipirinha, tradicional bebida brasileña.
El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva creó una “sala de situación” para coordinar la respuesta ante la crisis y procura abastecerse de etanol farmacéutico y fomepizol, antídotos utilizados en casos de intoxicación por metanol. La Policía Federal inició una investigación para determinar el origen de las bebidas adulteradas y examina un posible vínculo con redes de crimen organizado, según publicó La Nación.
El impacto de la crisis se percibe en bares y restaurantes de ciudades afectadas. Nikolaos Loukopoulos, dueño del restaurante griego Athenas, ubicado en la calle Augusta de São Paulo, indicó que decidió suspender la venta de tragos durante la semana. “Anoche no se vendió ninguna bebida con destilados”, dijo, y agregó que continuará ofreciendo cerveza como alternativa, por considerarla menos riesgosa. En Río de Janeiro, varios locales emitieron comunicados en redes sociales asegurando que sus productos alcohólicos son seguros.
Los consumidores muestran cautela. Rafael Martínez, arquitecto de 30 años, aseguró a la agencia AFP que evitará consumir bebidas alcohólicas durante el fin de semana y optará por gaseosas o cerveza. En la playa de Ipanema, turistas también modificaron sus elecciones: mientras una mujer optó por cerveza, otra decidió probar una caipivodka, a pesar de los riesgos, tras confirmar que la bebida fue adquirida en un mercado.
La situación preocupa además a los turistas argentinos que frecuentan Brasil durante el verano. Cada temporada, cientos de misioneros y viajeros de distintas provincias eligen las playas brasileñas como destino vacacional. La última temporada, según datos de turismo, las playas del país vecino se vieron ocupadas por visitantes argentinos provenientes de diversos puntos del país, incluida Misiones, lo que aumenta la exposición de ciudadanos extranjeros ante este tipo de intoxicaciones.
Las autoridades mantienen el llamado a la precaución y recomiendan evitar el consumo de bebidas blancas hasta que se esclarezca el origen del alcohol adulterado. La combinación de turistas, locales y redes de distribución de bebidas complejiza la investigación, mientras los hospitales brasileños continúan recibiendo casos de intoxicación.