Modificar ciertos aspectos de la rutina diaria puede marcar una gran diferencia en la energía, la prevención de enfermedades y el equilibrio emocional. Si se busca mejorar la calidad de vida y alcanzar una mayor longevidad, una de las estrategias más recomendadas es incorporar estos cinco hábitos al día a día, según un experto.
Nathan LeBrasseur, director del Centro Robert y Arlene Kogod sobre el Envejecimiento de la Clínica Mayo (Rochester, EE.UU.), en declaraciones a The Guardian, explicó que el envejecimiento no ocurre de golpe, sino que es un proceso progresivo, pero que puede ser modificado positivamente mediante decisiones saludables. Desde esta perspectiva, a partir de los 50 años resulta fundamental implementar ciertas acciones preventivas y sostenibles que favorezcan la extensión de los años con buena salud.
Entre los hábitos más eficaces se destacan:
- Realizar actividad física de forma constante
- Llevar una alimentación variada y nutritiva
- Mantener un peso corporal adecuado
- No fumar ni exponerse al humo del tabaco
- Limitar el consumo de bebidas alcohólicas
Al llegar el envejecimiento, las necesidades de salud requieren mayor atención. El desgaste de las células del cuerpo aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, explicó LeBrasseur. La edad biológica es una medida de esos cambios moleculares a lo largo del tiempo. Por eso, el tiempo cronológico es diferente a la esperanza de vida saludable, ya que los años de buena salud en general indican mejor cómo vive la persona.
Factores del estilo de vida, como fumar o beber alcohol, influyen en cómo envejecen las personas. Enfocarse en cambiar esos hábitos y mejorar la salud cuánto antes es una obligación cuando se entra en años. Lo bueno, es que esas modificaciones de la rutina se pueden adquirir a cualquier edad.
Estos cambios pueden ser desafiantes, pero existe una “plasticidad en el envejecimiento”, según LeBrasseur. Este concepto se refiere a la capacidad del cuerpo y la mente para adaptarse y cambiar a lo largo del proceso de envejecimiento, especialmente cuando se incorporan hábitos saludables.

La importancia de los controles de salud
En algunas personas, la transición a la menopausia puede comenzar entre los 45 y 55 años y está vinculada a síntomas como cambios de humor, trastornos del sueño y fatiga crónica. En las mujeres también pueden experimentar sequedad vaginal o disminución del deseo sexual, mientras que los hombres pueden comenzar a tener disfunción eréctil.
Según el experto, para prolongar los años de buena salud, es importante tomar medidas preventivas y proactivas. La Sociedad Americana del Cáncer (ACS) recomienda un examen anual de detección de cáncer de piel para todos los mayores de 40 años, así como conversar con un profesional de salud sobre exámenes para detectar cáncer colorrectal, mamografías anuales y controles de cáncer de pulmón y de próstata.
En el Reino Unido, el servicio público de salud ofrece un chequeo gratuito para personas de entre 40 y 70 años, aun sin ciertas condiciones preexistentes. Esto incluye pruebas de presión arterial y colesterol, además de evaluar el riesgo de enfermedades como diabetes o accidentes cerebrovasculares. A los 50 años también se accede a exámenes de detección de cáncer de mama, colon y cuello uterino.
La salud cardiovascular es fundamental, así como prestar atención a la nutrición y la actividad física. Una dieta rica en vegetales, cereales integrales, grasas saludables y carnes magras puede mejorar la salud general. Es esencial realizar diversos tipos de actividad física —resistencia, cardio, flexibilidad y equilibrio—. “Nunca es tarde para comenzar, y lo que se haga durante muchos años tendrá un impacto duradero”, afirmó LeBrasseur.