En una Bombonera colmada, Boca superó 2 a 0 a River y cerró una jornada perfecta: ganó el Superclásico, se aseguró el primer puesto de la Zona A del Torneo Clausura y abrochó su regreso a la Copa Libertadores tras dos años de ausencia. Con goles de Exequiel Zeballos y Miguel Merentiel, el equipo de Claudio Úbeda fue práctico y contundente.
Boca le ganó 2 a 0 a River en La Bombonera y festejó por partida doble: se quedó con una nueva edición del Superclásico, válido por la 15ª fecha del Torneo Clausura 2025, y se clasificó a la próxima edición de la Copa Libertadores.
El equipo de Claudio Ubeda, líder de la Zona A, armó una verdadera fiesta con su gente, volvió a imponerse en el Superclásico después de un par de derrotas y de yapa se aseguró volver a jugar la fase de grupos del certamen continental luego de dos ausencias.
Para el elenco de Marcelo Gallardo, todo lo contrario: sobre llovido, mojado. Para resumir numéricamente el presente de los de Núñez alcanza con decir que perdieron 8 de sus últimos 11 encuentros, en los que registran dos eliminaciones coperas.

Sin asumir riesgos, el Xeneize y el Millonario parecieron cuidarse desde el primer minuto. La visita, con remates lejanos de Salas y Castaño, probó a Marchesín, algo similar a lo que hizo Zeballos con Armani. Boca y River, entonces, se repartían la posesión de la pelota y prácticamente no inquietaban a los arqueros rivales.
De hecho, lo más interesante del cotejo estaba en la búsqueda de ganar el mediocampo y en la fricción: la etapa inicial terminó con tres amonestados, Martínez Quarta y Acuña por un lado y Di Lollo por el otro, llegando los tres a la quinta amarilla y quedando afuera de la última fecha.
Pero cuando parecía que el final del primer tiempo se encaminaba al 0-0, algo lógico por lo mostrado en el campo de juego, llegó la apertura del marcador. A los 46 minutos, Lautaro Blanco envió un pelotazo frontal, Milton Giménez luchó en el aire con Paulo Díaz y la pelota le quedó a Exequiel Zeballos. El Changuito, con espacio, encaró a Lautaro Rivero y remató entrando al área. Franco Armani le ganó en primera instancia, pero Zeballos tomó el rebote y abrió el marcador.
Tras el gol, todo River se le fue al humo al árbitro Nicolás Ramírez reclamándole una presunta falta de Giménez sobre Díaz, pero ni el árbitro ni el VAR consideraron infracción y el primer tiempo finalizó 1 a 0 a favor del local.

Si anotar un gol justo antes del entretiempo es clave, hacerlo al regreso es igual de importante, y si suceden ambas cosas, es casi nocaut. Y así fue: en la primera jugada del segundo tiempo, el Xeneize le clavó una daga al Millonario: la pelota le quedó a Zeballos en mitad de cancha, el Changuito fue hasta el fondo, les ganó a Martínez Quarta y a Portillo y envió un pase al medio para que Merentiel definiera con el arco a su merced.
Golazo, 2-0 y cimbronazo absoluto para el conjunto de Gallardo, que en la semana renovó su contrato por un año.

A partir de ahí, fue todo azul y amarillo: primero Armani salió mal y lejos, tocó la pelota con la mano y se ganó la amonestación.
No fue goleada en La Bombonera, por la falta de efectividad de Milton Giménez. El delantero de Boca tuvo cinco chances clarísimas en el área. En las tres primeras no pudo definir, mientras que Armani le ganó el duelo personal tras un cabezazo y en un mano a mano.
Boca aprovechaba el envión y River no hacía pie, pero cerca de la media hora la visita tuvo un par de aproximaciones: Montiel no pudo definir y Borja terminó ganándose la amarilla por una falta sobre Costa, muy sólido a lo largo de los 90 minutos, en una clara muestra de lo que era el partido para el Millonario.
El penal que no fue y la insuficiente reacción de River
El local quedó más cerca que nunca del tercero cuando Ramírez cobró penal de Armani sobre Giménez, pero tras una larga espera llegó la rectificación: el árbitro anuló el penal al interpretar que l delantero se llevó puesto al arquero.
River trató de empujar y estuvo a punto de descontar, pero Galarza se perdió un gol increíble abajo del arco y Salas estuvo a centímetros de meterla con un gran remate, y del otro lado Boca también le hizo precio.
Al final, el resultado fue un merecido triunfo del Xeneize por 2 a 0, y así, luego de dos años, Boca volverá a jugar la fase de grupos de la Libertadores, materia en la que River quedó complicadísimo: Riestra y Argentinos Juniors lo pueden superar en la tabla anual, por lo que podría caer a zona de Sudamericana.

Además, respecto al Clausura, el Xeneize se afirmó como líder de la Zona A, con 26 puntos, y confirmó su clasificación a octavos de final, mientras que el Millonario es sexto, con 21 unidades, en medio de su peor racha en muchos años, y todavía no selló su lugar entre los ocho primeros.
Fuente: Espn
