Una práctica sumamente alarmante comenzó a circular entre adolescentes en redes sociales, principalmente en TikTok: consumir un blíster entero de paracetamol de un gramo para medir la capacidad de soportar una sobredosis. Este reto, que ya ha provocado hospitalizaciones en Rosario, pone en riesgo directo la vida de los menores.
El paracetamol es un fármaco seguro y de venta libre si se utiliza bajo supervisión. Sin embargo, los especialistas consultados por La Capital aclaran que su uso correcto es de un comprimido cada 8 o 12 horas. Mientras que la dosis de 1 gramo (1000 mg) es para adultos, para menores de 18 años se suelen recomendar comprimidos de 500 miligramos (mg) y dosis de 80 mg para pacientes pediátricos. Confundir miligramos con gramos en una sobredosis puede ser fatal.
Las variantes del “desafío”
El reto viral tiene dos mecánicas igual de peligrosas:
- Registrar quién consume más pastillas antes de colapsar.
- Comparar el tiempo de permanencia en el hospital (gana quien recibe el alta en menos tiempo).
Aunque esta tendencia se detectó en Europa y Estados Unidos a mediados de 2025, su reciente desembarco en Argentina encendió las alarmas de la comunidad médica local.
Advertencia de la Facultad de Ciencias Médicas (UNR)
Ante la gravedad de la situación, la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario lanzó un comunicado urgente dirigido a padres y profesionales. El texto advierte que el consumo intencional de dosis tóxicas puede provocar “daño hepático grave e irreversible, que en ocasiones requiere un trasplante de urgencia”, además de fallas renales, pancreatitis o la muerte.
Desde la institución recordaron dos puntos clave:
-
Está prohibida la venta de paracetamol a menores de edad.
-
Los medicamentos deben mantenerse siempre fuera del alcance de niños y adolescentes.
Un punto de no retorno
Bettina Bongiovani, toxicóloga y jefa de la Cátedra de Farmacología de la UNR, explicó que el paracetamol en sobredosis ataca directamente al hígado. “Con un blíster de 10 comprimidos se puede generar una hepatotoxicidad irreversible. El hígado simplemente deja de funcionar”, advirtió.
Los síntomas iniciales, como náuseas o vómitos, pueden confundirse con una gastroenteritis común, lo que retrasa el tratamiento. “Si el joven reconoce lo que hizo a tiempo, se puede aplicar un antídoto hospitalario. Pero si se llega tarde, el hígado entra en necrosis y el paciente fallece o debe ser trasplantado”, sentenció la especialista.