En un contexto de incertidumbre y con el reciente anuncio de la desregulación del mercado del gas envasado, el empresario Alejandro Mieres, titular de la distribuidora Central Gas en Posadas, llevó tranquilidad a los consumidores: “No va a haber aumentos por el momento. Desde febrero no hay variaciones en el precio del gas, incluso en algunos casos bajaron”, afirmó.
Según Mieres, la desregulación en el rubro ya está vigente desde fines de enero, y lo que ocurrió en los últimos días fue más una “oficialización” o una ampliación de esa medida, que ahora involucra también controles y regulaciones que pasarían a estar en manos de los municipios. “Hay muchas cosas que todavía no están del todo claras, pero lo más importante es que el precio sigue estable. La gente se asustó al escuchar la palabra ‘desregulación’, y por eso aumentó la demanda, pero queremos llevar tranquilidad: por ahora no hay aumentos previstos”, expresó.
Precios actuales y abastecimiento asegurado
En cuanto a los precios, Mieres detalló que la garrafa de 10 kilos se consigue en promedio entre $12.000 a $14.000 en distribuidoras, mientras que la de 45 kilos se ubica en torno a los $67.000 con entrega a domicilio. La de 10 kg, también con envío, puede costar entre $18.000 y $19.000, dependiendo de la marca y la zona.
A pesar de los costos adicionales por flete que enfrentan las empresas en la región, Mieres destacó que en Posadas el precio de las garrafas es igual o incluso más bajo que en Buenos Aires. “Es un esfuerzo grande que hacemos tanto los distribuidores como las compañías fraccionadoras. Sabemos que el gas es un servicio esencial y que la situación económica es difícil”, explicó.
Además, recalcó que este año no se registró desabastecimiento, algo que sí ocurrió en inviernos anteriores. “Estamos trabajando con normalidad, hay producto y no vamos a tener faltantes durante julio. La gente puede quedarse tranquila”, subrayó.
El empresario también se refirió a las diferencias de precio según el punto de venta. Mientras que en los kioscos o almacenes las garrafas pueden encontrarse a $16.000 o incluso $18.000, en las distribuidoras el valor es más accesible. “La gente sigue viniendo a comprar directamente a las plantas por una cuestión de confianza, seguridad y garantía. Ante cualquier problema, te cambian la garrafa”, comentó.
¿Qué cambia con la desregulación?
Según Mieres, uno de los cambios más importantes no está tanto en el precio —que ya se rige por oferta y demanda desde hace meses— sino en los controles. “Aparentemente, ya no dependerán de la Secretaría de Energía sino de cada provincia o municipio. Eso todavía no está del todo claro, porque el decreto es reciente y hay puntos que todavía se están interpretando”, explicó.
En conclusión, aunque la palabra “desregulación” generó alarma, desde el sector aseguran que el mercado ya venía funcionando bajo esas condiciones y que, al menos por ahora, no habrá subas de precios. “Seguimos trabajando normalmente y con precios estables. El objetivo es que el invierno se pueda atravesar con tranquilidad y sin sobresaltos”, cerró Mieres.